El viernes 11 de abril fue la reunión en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJ) en que nos dieron los requisitos de adopción. Había gente que tenía esperando más de un año esa reunión. Yo llegué de casualidad y justo dos días antes del evento.
Resulta que una amiga me dijo que en el DIF de Querétaro se podían hacer las adopciones más fácilmente. Encontré los datos y hablé, me dijeron que para que me pudieran registrar necesitaba llevar una carta del DIF del DF que dijera que podía hacer el proceso en Querétaro. Hablé al DIF del DF nadie me supo decir quién me podía dar ese documento. Hablé al DIF Nacional. Lo mismo. Volví a hablar a Querétaro, donde me sugirieron que hablara a la Procuraduría del DF.
Después de todo el día de búsqueda y llamadas, encontré el "Buzón del Procurador" mandé un correo sin mucho optimismo. Ese lunes acabé cansada y algo desesperada de la falta de información y sobre todo por la falta de interés de la gente que contesta el teléfono por propocionar información útil.
El martes decidí no hacer nada, me sentía demasiado frustrada y necesitaba un poco de espacio. Me dediqué a trabajar toda la mañana. A eso de medio día me llegó la respuesta a mi consulta por correo. Me decían que me comunicara con la Lic. Lorena González Reyna del Albergue Temporal y me proporcionaron un teléfono.
Hablé regresando de comer. Me dijeron que la licenciada no estaba que hablara al día siguiente. Hablé el miércoles por la mañana dos veces sin éxito. Hablé una tercera vez, me contestó Marisol.
- ¿Ya había hablado antes?
- Sí.
- Entonces ya le tomaron sus datos.
- No.
- Ah, que raro.
- Es que yo lo que necesito es una carta que diga que me mandan a hacer mis trámites de adopción a Querétaro.
- ¿Y por qué la vamos a mandar a Querétaro?
- Porque hablé al DIF y me dijeron que las adopciones son sólo de niños mayores de cinco años.
- Aqui es la PGJ y tenemos niños desde meses.
- ¿Cómo? ¿Ustedes también hacen adopciones?
- Así es. Está hablando al Albergue temporal.
- ¿Y aceptan adopciones por solteras?
- Sí.
- Yo tengo 48 años, ¿ese es impedimento?
- No hay límite de edad. Lo que tiene que hacer es estarnos llamando hasta que haya una cita. A ver, permítame un segundo.- Oigo que Marisol habla con alguien y regresa. – ¡Qué suerte tiene! Parece que el viernes va a haber una reunión. Háblenos mañana temprano.
- OK, hablo mañana.
Cuelgo sin saber qué significa temprano. Al día siguiente empiezo a hablar desde las 9 de la mañana. En la tercera llamada, cerca de las dos de la tarde, me dicen: “¿qué cree? La cita es mañana a las 10:30.” Me dieron la dirección. Pregunté si había que llevar algo y me dijeron: “véngase con su marido” a lo que contesté “no tengo marido”, con el temor que la información del día anterior en que me dijeron que ser soltera no era problema fuera equivocada. Recibí la mejor respuesta que pude haber tenido en ese momento “felicidades”.
Al día siguiente, 11 de abril, fui a la reunión. Era el primer cumpleaños de la Güera en que no está aquí. Llegué quince minutos antes de la hora, había una cola de unas 40 personas adelante de mí. La entrada fue bastante rápida: te registras, te dan los requisitos por escrito y te toman un video en que te piden que digas tu nombre.
La plática fue para aclarar los requisitos. Al final hubo una sesión de preguntas. Varias personas preguntaron lo mismo: “cuánto tiempo se tarda el proceso”, el mismo número de veces la respuesta fue “depende entre otras cosas de la cantidada de niños disponibles, la cantidad de solicitudes, no se puede estimar el tiempo”.
Al salir me propuse reunir los documentos en dos semanas. Hoy completé mis carpetas.
