martes, 23 de marzo de 2010

Del orden en la comida

- Yo quiero más po(s)tre.
- O, si hubieras comido sopa, te podría dar más postre.
- Quiero sopa.
- ¿Después del postre, O?
- Sí, quiero sopa.

O se come su sopa... y más postre por supuesto.

La historia familiar dice, que uno de los tíos de O, primo mío, acostumbraba terminar de comer desde la sopa hasta el postre y luego volvía a empezar. ¿Será que está en los genes?

"Nosotros" por O


La grande es mamá, el chiquito es O.
Dibujado el 14 de marzo, camino a Caleta de Campos.

Del paso del tiempo

- No quiero babero. No me "sucio".

Ya me es habitual esta frase, aunque algunos días pasaba desapercibido el tema y se lo volvía a poner. Pienso que seguro habrá días que se ensucie y no pasará nada. Y se lo digo y agrego:

- Un día me dirás que no quieres el barandal de la cama.

- No quiero barandal.

- No ahora, O, un día, cuando estés listo.

- No quiero barandal.

Pienso que cuando lleguemos a dormir ya se le habrá olvidado y que en unos días o meses será cuando realmente esté listo para dormir sin barandal. El sábado me enseñó que está a punto de poder abrir la llave del lavabo parado en su banquito, cuando hace apenas unos días no parecía estar cerca de hacerlo.

Acabamos de leer como todas las noches, apago la luz y nos acurrucamos. Le canto un pedacito de la canción de Beautiful Boy, a la cual le cambio el final por "darling O", espero que Sean no se ofenda, su papá ya no está por aca para hacerlo.

Ya lista para salirme del cuarto O me dice que quiere hacer pipi, se baja de la cama y me dice:

- Mamá, ¿me quitas el barandal por favor?

Upss... pensé que se le había olvidado.

- ¿Seguro O?, podemos dejarlo otros días más.

- No me caigo mamá.

Cómo un acto tan aparentemente insignificante me hace ver la velocidad con la que pasa el tiempo. No, no lo lamento, sólo reflexiono y lo disfruto.

O crece cada día, cada día explora más, cada día veo como adquiere más seguridad para volar un poco más alto. Y me encanta.

sábado, 13 de marzo de 2010

Comida de sábado

- Ya no quiero má(s), quiero po(s)tre.

- ¿Qué quieres de postre?

- Coca.

- ¿Coca? -Pienso rápido y me imagino- ¿paleta roja? -me contesta con su expresión- pues dilo bien O.

- Rojca. 

- Hijo de tu madre, - veo que con un pequeño esfuerzo logra decir algo que se asemeja mucho más a lo que quiere decir.

- No, de tú.

(wtf)

lunes, 8 de marzo de 2010

De costumbres nocturnas

Me levanto de tu cama después de leer y acurrucarnos un ratito. Me recuerdas que te dé un beso más tarde, cuando ya estés dormido.

Me pongo mis tenis y me subo a la elíptica mientras veo una película. Al terminar camino hacia mi recámara para darme un regaderazo y veo el pasillo demasiado iluminado. Entro a tu recámara y la lámpara del buró está prendida. Tu cabeza está del lado donde van los pies y estás totalmente destapado. Apago la luz, te acomodo y te tapo. Ni siquiera despiertas. Te doy el beso prometido.

De mañana, después de que te metes a mi cama te digo.

- O, anoche entré a tu cuarto y estaba la luz prendida.

- Sí, leí.