En un sarten freir chile serrano o cuaresmeño rebanado y cebolla rebanada hasta acitronar. Agregar frijoles y machacarlos. Agregar queso, de varios tipos (manchego, oaxaca, panela, chihuahua, o cualquier otro que tengan a la mano) y de preferencia uno de cabra. Servir con tortillas de harina.
Un día Xilo, mi sobrino, llegó a Monterrey y le dijo a mi mamá “me haces frijoles a la abue” antes de eso se llamaban frijoles con queso. Siempre que va a Monterrey los pide, todos los pedimos. Son una de las especialidades de mi mamá. Y aunque parezcan tan sencillos, nadie los hace como ella.
Hoy, cuando salí de mi departamento para sacar a la Cirrus, me llegó un olor que me recordó estos frijoles. Claro que por ahora en mi casa no hay ni frijoles ni chile ni tortillas de harina. Lo único que pude hacer fue hablarle a mi mamá quien me dijo “vente a comerlos conmigo”.
1 comentario:
supongo, serán de los platillos que mi sobri aprenderá a comer, como buen hijo tuyo, no?
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