miércoles, 17 de febrero de 2010

De mañana

¿Por qué tiene que ser tan difícil alimentar y vestir a un niño de tres años? ¿Habrá que cambiar el cereal? ¿O será mejor recurrir a los famosos ponches que nos hacía tomarnos mi mamá de niños? 

Ultimamente hasta tomar el jugo lo complica, antes lo acababa y quería más. ¿Habrá que cambiar de sabor? Antes el ganar por oír el "pez" en la mañana era suficiente estímulo. ¿Habrá que cambiar los premios?

No sé, sólo sé que hoy fue muy complicado salir de casa a tiempo.

3 comentarios:

La Blu dijo...

Mira, yo creo que lo que hoy nos interesa y nos sacia, mañana ya no. También pasa así con los adultos, pero a veces nos conformamos más fácilmente. Quizá los niños optan distinto porque sus mamás siempre encontrarán algo nuevo con qué estimularlos.
Y es bueno ¿no? que los niños sean así de exigentes y de diversos... pero que chinga! jajajaja

BK dijo...

Hay días así... si un día no se quiere comer todo el desayuno, so be it! No le pasará nada. Seguramente tendrá más hambre en la comida.
Hay rachas en las que comen mucho y duermen poco, como que acumulan reservas. Luego comen menos y duermen más y dan el estirón, usan las reservas.
Cuando esté en modo que nada lo complace, relajate y no presiones, se vuelve lucha de poder y todos acaban de malas. Si no es sobre algo crítico o vital, hay que ejercer la flexibilidad más que de costumbre.
Ya pasará.

dijo...

Y un día no querrá comer nada y al que sigue se atiborrará de lo que encuentre a su paso...