Acabo mi desayuno y mientras O come su cereal con la cuchara de Rayo McQueen, saco una bolsa con lichis y la pongo sobre la barra donde él desayuna.
Me pregunta "¿cómo se llama esto?" y repite la palabra de diversas maneras. Me siento junto a él en un banco alto y pelo el primero. Me pregunta por qué lo pelo y le explico que la cáscara es rugosa y la acerco para que la toque, luego hago que sienta lo liso de adentro.
- Tiene un hueso en el centro no te lo comas. -Se lo doy y lo prueba.
- Sabe feo.
- Mmmmmm rico, -digo mientras como el mío. El le da otra mordida.
- Me gusta.
Se acaba su lichi y pide otro. Le da mordidas pequeñas, saborea la textura, el siguiente lo mete todo de un jalón a su boca, veo como escurre el jugo de la fruta por las comisuras. Mete su mano para jalar el hueso y ruñe los pedacitos que quedaron pegados.
Juega con las cáscaras que están sobre el plato, las rompe en pedacitos chiquitos. Lo veo, admiro su capacidad de explorar texturas y sabores nuevos. Sonrío, disfruto de esta mañana de domingo.
2 comentarios:
De eso se trata la vida, ¿no? De explorar texturas, sabores, colores, sonidos... Nada como un niño de 3 años para enseñarnos que es algo que se debe hacer diariamente.
Admiro a O por su capacidad de asombro, pero te admiro más a ti, por tu capacidad de darte cuenta y compartirlo con nosotros.
Always, always.
dicen que los niños aprenden a comer, yo no aprendí (antes de que me digas 'mismirindis').. O primero dijo 'no me gusta'y luego, por repetición, probó y le gustó.
Admiro a O.
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